Cuando tienes ganas de tomar café frío tienes dos opciones a tu disposición para escoger: el iced coffee y el cold brew. Si bien ambos son cafés fríos, definitivamente no son iguales. Además, ninguno es mejor que otro; cada uno está hecho de manera diferente y tienen gustos distintos.
Tanto el iced coffee como el cold brew son de los cafés más populares que existen en la actualidad. Independientemente del que elijas siempre podrás deleitarte con sus espléndidos sabores y sin lugar a dudas este es uno de los motivos por los que estos cafés fríos destacan ante el resto.
¿Qué es el iced coffee?
El iced coffee se crea como cualquier método normal de preparación de café caliente. Es simplemente café que se ha enfriado para poder verterlo sobre hielo. Pero hay que tener en cuenta que verter café frío de un día anterior sobre un puñado de cubitos de hielo no es iced coffee; al menos, no uno óptimo. Dejar reposar el café preparado durante un rato hace que se oxide, lo que conlleva a que el sabor se vuelva amargo.
Aquellos que realmente se toman en serio la preparación de un buen iced coffee usan el método japonés: café vertido configurado para gotear sobre cubitos de hielo, enfriando instantáneamente la infusión. Este método hace un buen trabajo preservando la riqueza, la acidez y el aroma del café recién hecho.
El enfriamiento lento (vertido gota a gota sobre hielo) asegura una dilución mínima, a diferencia de verter un montón de café caliente en cubos, lo que provoca una mayor dilución. Por lo tanto, el iced coffee bien hecho no debería terminar aguado.
¿Qué es el cold brew?
Esta tendencia de café preparado al frío ha sido popular durante los últimos años. Pero, ¿qué hace al cold brew tan especial? Pues, Bueno, por supuesto, está el sabor menos diluido. Para hacer eso, este café frío de alta gama conserva su integridad de una manera principal: el café se prepara en agua fría (a temperatura ambiente), en lugar de agua caliente. Pero hay mucho más.
La preparación del cold brew se crea al remojar café molido de medio a grueso en agua a temperatura ambiente durante 12 horas o más y luego filtrar los posos para obtener una taza limpia sin sedimentos. A diferencia del café normal, la infusión en frío nunca se expone al calor. La infusión fría utiliza tiempo, en lugar de calor, para extraer los aceites, azúcares y cafeína del café.
El cold brew es para aquellos que planean con anticipación. Es un proceso largo y gradual, que puede durar hasta 24 horas. El resultado es una infusión rica, muy suave, con bajos niveles de acidez, que puede ser un alivio para aquellos con sistemas digestivos sensibles. Pero este proceso puede aplanar el sabor de un café, dejando atrás los matices del café bien elaborado con hielo.
La ventaja de esto es el proceso de preparación en frío, si bien lleva tiempo, es menos complicado que la preparación con hielo; básicamente, simplemente lo configuras y te alejas hasta que llega el momento de colar el concentrado.
Diferencias en el sabor y la cafeína
El proceso de calor inicial utilizado para crear café helado significa que imparte un ligero amargor en una infusión de cuerpo más ligero. Mientras tanto, debido a que el cold brew se hace sin calor, silencia la acidez percibida durante el proceso de elaboración.
Esto da como resultado un sabor más suave y dulce que el de un iced coffee. Por supuesto, el tipo y la cantidad de café que se use para cualquiera de los procesos también tendrán un gran impacto en el sabor.
Dependiendo del método utilizado, el contenido de cafeína puede variar enormemente entre el café helado y el cold brew. El proceso de preparación en frío más lento extrae más cafeína que un café preparado tradicionalmente.
Recetas para preparar iced coffee y cold brew
Existe una serie de recetas para preparar el iced coffee y el cold brew, a continuación, se explicarán algunas para que puedas preparar estos tipos de café cómodamente desde tu casa y puedas disfrutar de un delicioso café frío:
- Café cold brew básico: Puedes preparar el café en una prensa francesa de 32 onzas (950 ml) si lo prefieres. Coloca el café molido y el agua en la jarra, coloca la tapa del émbolo en la parte superior, pero no presiones el émbolo hacia abajo. Después de que los posos de café se hayan empapado, presiona suavemente el émbolo hasta que los posos lleguen al fondo de la jarra. Independientemente del método que elijas, el café se debe dejar reposar durante al menos 12 horas, así que planifica en consecuencia.
- Iced coffee con biscotti borracho: Esta bebida fría con cafeína puede hacerte sentir festivo rápidamente. Simplemente sumerge un poco de café molido en agua fría el día anterior, luego cuela no antes de 12 horas después. Por último, agrega un poco de amaretto y Pernod (un licor con sabor a anís) a la infusión fría, y obtendrás un café helado con sabor a biscotti ligeramente jugoso.