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¿Por qué es mejor comprar café en grano?
¿Existe realmente una diferencia entre el café recién molido y el café en grano entero? Sí, pero la opción que elijas depende completamente de tus gustos referentes al café. Los granos de café pasan por un proceso muy largo desde la semilla hasta la planta, y desde la planta hasta el grano de café fresco. Pero una vez que el grano está molido, comienza a envejecer rápidamente.
Todo el debate sobre el café en grano y el café molido se ha desarrollado durante años. A los compradores del café molido les encanta lo conveniente que es. Pero los compradores de granos enteros dicen que su café sabe mucho, mucho mejor.
Si estás acostumbrado a comprar café premolido, es entendible porque el factor de conveniencia es grande. Sin embargo, una vez que te des cuenta de la oportunidad que estás perdiendo para infundir felicidad en tu mañana, lo más probable es que quieras hacer el cambio al café en grano.
El café en grano es mejor que el café molido
El sabor y el aroma son dos de los componentes principales de una taza de café. Y si compras café molido, te estás perdiendo de ambos. Moler café en grano entero es mejor que beber café premolido porque las moléculas aromáticas se volatilizarán después de la molienda y la superficie expuesta del café aumenta significativamente, lo que resulta en una oxidación más rápida.
Cuando comienza a oxidarse, comienza a perder sabores. El proceso de oxidación ocurre rápidamente, el café empieza a oxidarse cada vez que entra en contacto con el aire, no hay un tiempo determinado en el que se note la oxidación, es diferente según el café
Si alguna vez has molido tu propio café en casa, sabrás que hace que tu cocina huela fantástico. Cuando subcontratas la molienda, les estás dejando tomar todos los deliciosos aromas y por ende no te deleitarás con ellos.
El proceso de molienda comienza a liberar muchos de esos aromáticos. Gran parte del sabor proviene del olfato, por lo que si liberas los aromáticos antes de probar el café, el sabor será más atenuado, apagado y plano.
La textura del café en grano
La humedad también juega un papel muy importante cuando se trata de la calidad y consistencia de una infusión de café. Los aceites presentes en los granos de café son solubles en agua.
Gracias a la solubilidad de estos aceites en agua, podrás disfrutar de una taza de café dulce y delicioso, que huela genial. No obstante, no necesitas una taza llena de agua para disolver o extraer esos preciosos aceites.
Hay que tener en cuenta que la humedad atmosférica también puede diluir los granos de café. Esto significa que, a menos que viva en un área donde no haya rastros de humedad en el aire, incluso tu sistema de aire acondicionado puede degradar la calidad de tus granos de café. Además, la molienda expone aún más los granos, lo que conduce a una pérdida más rápida de estos preciosos aceites.
Cada vez que mueles granos de café, creas una superficie más grande, lo que acelera el proceso de dilución. Por lo tanto, cuando preparas una taza de café inmediatamente después de moler los granos, podrás disfrutar de una mayor concentración de estos aceites. Por el contrario, es posible que el café premolido no tenga la misma cantidad de estos aceites, debido a que probablemente ya se hayan perdido anteriormente.
Tamaño de la molienda
El control es un elemento clave a la hora de preparar café. Tendrás más posibilidades de preparar una taza de café excepcional si tienes un mayor control sobre el proceso de preparación.
Esto significa que moler tus propios granos te da un mejor control sobre el tamaño de la molienda, lo que tiene un gran impacto en el sabor. La mayoría de los métodos de preparación de café, como el vertido, el AeroPress y el espresso, funcionan con diferentes tamaños de molido. Sin embargo, comprar café premolido te limita a un solo tamaño.
Moler tu propio café es un paso en la dirección correcta si deseas disfrutar de una deliciosa taza de café. Al igual que en otras cosas, lo fresco siempre es mejor. Además de los grandes aromas y sabores que se obtienen del café recién molido, podrás controlar el tamaño del molido, lo que influye en el sabor.
Oxidación del café
Los complejos molidos presentes en los granos de café son los responsables de crear el sabor y el aroma de la infusión. Debes considerar que algunos de los compuestos de los granos de café son inestables, lo que significa que pueden cambiar y degradarse rápidamente. Durante el proceso de oxidación, los compuestos presentes en los granos de café interactúan con las moléculas del aire creando diferentes moléculas.
Como resultado, se liberan ciertos aromas y sabores deseables de los granos de café. Esto implica que el proceso de oxidación juega un papel muy importante en el carácter, sabor y aroma del café.
Cuando esté bien hecho, podrás disfrutar de una exquisita taza de café. También debes tener en cuenta que cada vez que mueles los granos, ya está comenzando el proceso de oxidación. Esto es genial porque cuando preparas el café justo después de molerlo, conservarás todos los ricos aromas y sabores dulces.
La oxidación le da al café sus aromas y sabores únicos. El café premolido ya ha perdido algunos de los sabores y aromas porque la oxidación ya está ocurriendo en los estantes donde son vendidos.
El café molido no es la mejor opción
Si te encanta disfrutar de tu café con diferentes sabores y aromas, entonces el café molido no es para ti, dado a que produce un sabor consistente. Con el café molido, estás obligado a utilizar un método de preparación específico, que a su vez reduce tus opciones de hacer ajustes en la preparación.
Otra razón más importante es que el café molido es propenso a la contaminación. El aceite contenido en los granos de café es muy delicado. Los contaminantes pueden llegar fácilmente a los granos molidos, lo que da como resultado un sabor desagradable que empeora cuanto más tiempo están expuestos al medio ambiente.
Por otra parte, cuando se muelen los granos de café enteros, pierden el 60% de su aroma innato dentro de los 15 minutos posteriores a la molienda. La exposición al aire aumenta la tasa de oxidación de los compuestos aromáticos dentro de los granos de café, por lo que el sabor se vuelve suave cuanto más tiempo están expuestos los granos al aire.